Ayer el presidente Juan Manuel Santos firmó el compromiso número dos de su mandato: ser aceptado como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). El primero fue lograr el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc0), ahora partido político.
En París (Francia), Colombia se convirtió en la nación número 37 de la organización. “El país hizo grandes avances en reformar la justicia, reducir la informalidad laboral e implementar políticas internacionales en el manejo de químicos. Se hicieron esfuerzos mancomunados para que su adhesión fuera una realidad. Celebramos su ingreso”, dijo Ángel Gurría, secretario general de la Ocde.
Con la firma del documento entre Gurría y Santos, se sella un proceso que, manifestó el mandatario colombiano, hace ocho años iba a ser prioridad dentro de su administración. Anuncio que sólo se oficializó en 2013, cuando el proceso de ingreso inició en la Ocde.
“Hace ocho años estuve aquí pidiéndole a varios países la adhesión de Colombia, tomé la decisión convencido de que las buenas prácticas son los pilares del buen gobierno”, dijo en su discurso el presidente Santos.
El mandatario añadió que el beneficio no será de un sólo lado y que Colombia podrá también aportar a la organización que vela por las buenas prácticas. “Podemos contribuir humildemente con su experiencia para enriquecer el trabajo de esta gran organización”.
El acuerdo, que ahora deberá tramitarse en el Congreso de la República, también sustentará su funcionamiento en lo que pase con el próximo Gobierno. Y será además el Departamento de Planeación Nacional (DNP) la institución encargada de liderar lo concerniente al “posacceso”.
Así las cosas, será el DNP la institución encargada por velar para que las recomendaciones de la organización se lleven a cabo en siete comisiones que se dividen en: químicos, pesca, ambiente, gobernanza pública, política regulatoria, empleo y comercio, principalmente.
“Es una tarea de corto, mediano y largo plazo. Vamos a compararnos con las mejores prácticas de los países más importantes del mundo”, aseguró en su momento Luis Fernando Mejía, director general del DNP.
Aunque el Gobierno Nacional ha resaltado cuáles han sido las bondades de entrar a este tipo de acuerdos comerciales, hay voces que han criticado el ingreso.
Una de ellas fue la del expresidente Ernesto Samper, quien a través de su cuenta en Twitter dijo: “#México perdió su liderazgo regional cuando entró al club de la Ocde. Por lo demás, que se sepa, ningún pobre se ha enriquecido trabajando con reglas de ricos. Espero estar equivocado...”.
Y es que según Carolina Vásquez, profesora de la facultad de derecho de la Universidad de Antioquia “a Colombia podría costarle unos 20 billones de pesos anuales estar en la Ocde”, dijo en una conferencia realizada en la Universidad Eafit.
A su vez, Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, cree que uno de los peros más relevantes podría estar en las diferencias económicas que hay entre los países pertenecientes al club.
“A considerar: ¿Cómo el país va a igualarse a políticas financieras que se le exigen a grandes potencias mundiales, cuando en Colombia hay aún tanto por corregir y mejorar?”.