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Un tejido empresarial compuesto por 11.490 compañías, en su mayoría del sector textil confección y marroquinería (5.308), fue identificado para la industria sostenible e inclusiva, una de las cuatro áreas dinamizadoras de la estrategia de especialización inteligente de la que sería la primera política de desarrollo económico para Medellín y el Valle de Aburrá (ver Paréntesis).
Las áreas restantes son: territorio verde y sostenible, con oportunidades para que las empresas trabajen en nichos de negocios de movilidad y construcción sostenible; medicina avanzada y bienestar, con especialidad en servicios de salud apoyados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); y región inteligente, con oportunidades en economía circular (residuos, eficiencia energética y uso del agua).
La iniciativa será radicada hoy ante el Concejo de Medellín, entra en debate y hacia finales de este año saldría la versión final de propuesta de política pública, que será liderada por la Alcaldía de Medellín, el sector privado y la academia.
La estrategia, entonces, busca que haya un acercamiento a los nichos mencionados por empresas afines por su razón social, con base en los registros públicos que administran las Cámaras de Comercio de Medellín para Antioquia y la Aburrá Sur.
Los mencionados sectores serán la base a largo plazo de la estructura productiva de los municipios de la región.
En ese sentido, la especialización inteligente orienta un cambio productivo, para movilizar más negocios basados en conocimiento.
Para el 2026, “Medellín y el Área Metropolitana quieren ser una región global competitiva (...) y con un tejido empresarial de alto valor agregado” es la misión de la política pública, resaltada ayer por la secretaria de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Medellín, María Fernanda Galeano.
La iniciativa es una evolución de los esfuerzos y aprendizajes de la estrategia de clúster de la Alcaldía de Medellín.
Con la nueva estrategia, se incluyen sectores que 10 años antes no estaban consolidados (como la economía naranja). Además, se revisa lo que funciona bien, para potenciarlo, y se corrige lo que va mal.
Es decir, la propuesta busca una inserción de los productos y servicios locales en mercados globales.
En cuanto al tejido empresarial, “la industria manufacturera antioqueña equivale a un 18,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la industria nacional (ver gráfico)..
Luego de cumplir con los trámites, los municipios del sur de Aburrá incorporarían a sus políticas públicas los componentes de la estrategia para desarrollar una institucionalidad, señaló el vicepresidente de la Cámara de Comercio Aburrá Sur, José Alejandro Tamayo. En particular, porque los representantes coinciden en que uno de los mayores obstáculos para avanzar en esas propuestas es la falta de cooperación entre instituciones.
Por ello, mencionaron objetivos relacionados con la sostenibilidad y calidad de vida, con la competitividad (orientados a maximizar el potencial innovador del tejido empresarial regional) y los de carácter transversal sobre las perspectivas de educación,
Con la estrategia por la que transita el vehículo de la política de desarrollo económico se sienten las bases para reducir índices de informalidad empresarial y trascender más allá de la política sectorial.
Finalmente, para la financiación de esos proyectos, hay varios frentes: “algunos tienen el perfil de alianzas público-privadas, otros netamente de privados y de públicos”, señaló Echeverri.
Periodista del área de Economía