En el espejo retrovisor del comercio exterior colombiano se tiene a 2016 como el tercer año consecutivo con un déficit comercial, esta vez de 11.804 millones de dólares, en la diferencia entre exportaciones (31.045 millones de dólares) e importaciones (42.849 millones). Las primeras cayeron 13 % y las segundas 17 %, de manera que el histórico déficit de 2015 se redujo en 25,8 %.
Desde la orilla privada, Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, gremio de los exportadores, se mostró optimista de que en 2017 se rompa la tendencia decreciente de las exportaciones, aunque no tiene todavía una cifra estimada.
Pero el dirigente gremial advierte la necesidad de reducir una alta e histórica factura a la competitividad de los exportadores colombianos.
¿Colombia podría ampliar su oferta exportadora, sobre todo con productos de mayor valor agregado?
“Hay que impulsar eso, pero ante todo es necesario definir las reglas de juego y trabajar en las estrategias trazadas. Por ejemplo, reducir el llamado ‘costo país’, y dentro de ese marco me preocupa el tema de corrupción (de Odebrecht) sobre como podría impactar la infraestructura, en especial, proyectos viales claves como la Ruta del Sol, que puede paralizarse como ocurrió con el Túnel de la Línea y frenar así el crecimiento económico. La esperanza era contar con mayor dinámica en obras civiles este año. Lo peor es que nos podrían ver afuera como poco competitivos, pues exportar en Colombia no es barato”.
Precisamente, ¿cómo pintan las perspectivas exportadoras este año?
“La competencia afuera es ahora más dura, por lo que crecer las exportaciones de forma extraordinaria no será fácil en los próximos meses. Esperaría que 2017 sea más positivo para que dejemos atrás esos signos negativos, es decir, no será algo súper extraordinario, y menos ahora que el mundo se está moviendo hacia el proteccionismo comercial”.
¿De cuánto cree que sería ese repunte exportador?
Debido a la incertidumbre de los mercados no tengo todavía una cifra estimada de crecimiento de las ventas, pero sí espero que haya una recuperación. Precisamente, desde noviembre pasado empezamos a observar un repunte, aunque ha habido un aumento de los precios de los commodities (petróleo, café, oro y otras materias primas). De hecho, diciembre registró mejores cifras con un crecimiento de las ventas en 32,7 %” (ver Origen).
¿Qué tanto servirá la Alianza del Pacífico para enfrentar las amenazas proteccionistas de Trump?
“Es indudable que estas coyunturas nos obliguen a actuar mancomunadamente. Estas dificultades también ofrecen oportunidades y, en el caso colombiano, poder llegar a mercados de Asia, hacia donde se dirigen hoy México, Perú y Chile con gran éxito”.
Trump anunció un impuesto transfronterizo a los productos importados. ¿Qué tanto podrían frenarse las ventas a ese mercado si se implanta ese tributo?
“En efecto, el Congreso estadounidense estudia la posibilidad de crear un Border Tax, del 20 % que sería como un IVA a productos extranjeros. Hay que mirar con énfasis qué significará eso para el comercio. por lo pronto, Colombia no está en el radar de Estados Unidos, empezando porque el acuerdo es favorable a ese país. Con China la situación es a otro precio porque es el gran financiador estadounidense y no lo pueden maltratar”.
¿Es probable que con el proteccionismo de Trump se dejen de firmar nuevos tratados comerciales en el mundo?
“El mundo está entrando en una onda más proteccionista. No hay en esta coyuntura un ambiente para firma de acuerdos comerciales. Pero tampoco está planteada la denuncia sobre el incumplimiento de los acuerdos existentes (...). Mi temor es que en esa tendencia proteccionista surjan una serie de restricciones y si Estados Unidos le pone barreras a China, el riesgo es que ese país traiga a nuestros mercados producciones más baratas. Allí debemos implementar mecanismos de defensa para enfrentar la competencia desleal, pero sin cerrar las economías”.
¿Nos podría pasar lo mismo que se avecina para México con China, si Trump les restringe mercado?
“Por eso debemos contar con mecanismos de defensa del mercado y que deben ser expeditos. Es como tener listo el extintor en la casa por si se presenta un incendio. Se trata de mecanismos antidumping o de derechos compensatorios para que sean activados rápidamente con sobrearanceles en determinado momento a productos importados, y evitar que se vendan acá con precios excesivamente bajos, o por debajo de los costos de producción”.