Las sanciones que Estados Unidos le aplicó desde 2019 a Huawei siguen teniendo incidencia en el desempeño de la compañía, cuyos ingresos en 2021 totalizaron US$99.970 millones y disminuyeron 28,5% anual, tal como lo dieron a conocer los altos ejecutivos en una rueda de prensa virtual.
Meng Wanzhou, quien funge como vicepresidente financiera, destacó que la capacidad para generar beneficios y flujo de caja ha ido creciendo: “ahora somos capaces de lidiar mejor con todas las incertidumbres que debamos afrontar”.
La aparición de la vicepresidente financiera fue uno de los acontecimientos destacados de la conferencia, puesto que se trata de su primera aparición de carácter público —y ante los medios de comunicación— después de haber regresado a China en septiembre del año pasado. Vale recordar que estuvo detenida en Canadá y enfrentaba un proceso judicial por presunto espionaje.
Su arresto se materializó el 1 de diciembre de 2018 y Estados Unidos pidió su extradición, algo que no se llegó a concretar. Sin embargo, Huawei fue señalada de utilizar su infraestructura tecnológica para captar datos e información y ponerlos al servicio del gobierno chino, encabezado por Xi Jinping.
A partir de allí, EE. UU. incluyó a la compañía en una lista negra y la dejó sin acceso a componentes y tecnología estadounidense, como el sistema operativo Android. En consecuencia, la multinacional asiática ha tenido problemas con su cadena de abastecimiento y tuvo que diseñar su propio sistema, el HarmonyOS, que según la empresa se usó en más de 220 millones de dispositivos de la marca.