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Juan Manuel Alzate Vélez
Columnista

Juan Manuel Alzate Vélez

Publicado

4 A: LA NECESIDAD

Por JUAN MANUEL ALZATE VÉLEZ

alzate.jm@gmail.com

Emprender acción, decidir hacer tiene origen en muchos eventos: accidentes, casualidades, calamidades. En pocas ocasiones obedece a necesidades.

Este personaje ha esquivado innumerables hombres grises como los que persiguieron a Momo (el libro de Michael Ende). Ha guardado la cordura en ambientes de tensión profesional. Juega como reina en tablero de ajedrez porque funge de abogado, financiero, operario, administrador y psiquiatra cuando se requiere, es director de orquesta y también acomoda sillas si es necesario. Gozó de la fortuna de educarse en el ejemplo de titanes del mundo empresarial local. Replicó esos principios. Sobrevivió fracasos profesionales y libró las más retadoras batallas de la misma manera. Levantó cabeza y volvió a empezar. Dedujo que los errores se identifican para que no se repitan. Y que los fracasos grandes se acompañan de victorias muy superiores.

Nunca la intención fue hacerse ver, fue su último argumento. Por el contrario, satisfacer su necesidad, aquella motivación que ha curvado su conducta, lo hizo visible a muchos. Todo gracias a su idea de emprender, hacer y construir. La de asumir timones de embarcaciones grandes y así, dirigir empresas. Esto, porque tanto en escenarios claros como difusos, cuenta con la certeza que da tener clara la trayectoria para lograrlo. Porque lo que guarda entre cejas, no es un objetivo pasajero: un “por si acaso”, “esperemos a ver”. Por el contrario, es una meta. Un “es lo que quiero” que se sembró de manera hipnopédica y pensándolo de forma compulsiva. Un sueño que dura una vida. Esta ciudad aloja este tipo de personas.

Calificar el motivante que impulsa a este Filípides como ambición sería insuficiente. La palabra se queda corta en los fines positivos que busca. A quien se alude, satisface tres restricciones: (i) sus atributos lo convierten en ejemplo de conducta, de respeto social; (ii) su necesidad reporta beneficio individual y simultáneamente uno colectivo, para él sería impensable de otra forma, y (iii) su filosofía es capaz de agregar voluntades individuales al cumplimiento del sueño que él de forma genuina defiende. Esas restricciones lo hacen un portaviones. El barco de mayor calado, con la más larga visibilidad, y la más robusta línea de defensa naval en capacidad de dibujar y defender el mismo sueño que pensó.

A su lado, la necesidad es tangible. Aquella que constituye un sueño para cerrar brechas, para llegar a un destino en principio imaginario pero con propósito y una certeza casi completa de hacerse realidad (no todos los sueños se cumplen y esos no son necesariamente fracasos). Irradia la serenidad de apoyarse en los pensamientos de muchos individuos. Palpita la humildad para reconocer que los resultados obedecen a acciones colectivas y coordinadas. A su lado se transpira la bondad para reconocer que está parado sobre hombros de gigantes para cumplir el sueño del que muchos participan.

Encontrárselo en la calle irá acompañado de un saludo cálido y cercano, por el nombre –la mejor manera de adherir esfuerzos–. Siempre entablará conversación con preguntas que recuerdan la anterior por lejana que sea, o se despedirá con un abrazo cuando el encuentro es por escrito. Verlo es para preguntarse cómo se dibujó líneas tan claras y de largo plazo. O cómo al estrecharle la mano, se escucha el motor que mueve a muchos detrás de él porque tiene claro su destino, y el de aquellos que se le sumaron.

Tranquiliza saber que en esta ciudad se alojan necesidades como la que él defiende. Como las que en momentos de violencia y desahucio, fueron capaces de unir conciencias a favor de la ciudadanía para blindarla y fortalecerla. Para que permaneciera en el tiempo y sobresaliera. La necesidad de este director tiene la tranquilidad de vivir en esta ciudad sabiendo que, cuando lo considere pertinente, es territorio fértil para cultivar muchos más sueños y crecerlos porque las personas que la habitan, agradecen oportunidades laborales de calidad. Sueños con razones sociales claras. A hacer sentir que aunque el ambiente empresarial luce adverso, esta ciudad defiende esa actividad y la reconoce como necesaria para mejorar la calidad de vida de sus individuos.

¿Siente esa necesidad?, ¿la defiende?

Sus acciones definen las acciones de la ciudad. Su comportamiento, define el pensamiento de la ciudad.

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