El sudor escurre en sus frentes, apenas logran recuperar el aliento para hablar. A algunos sin soltar la bicicleta los rodean con cámaras, micrófonos y preguntas que nada tienen que ver con su oficio: ¿por qué no persiguieron?, ¿qué opina del desempeño de otros?
Preguntas de quien no se ha puesto zapatillas en chocles. Inquietudes que desinflan a estos sabios pedalistas que, aunque tienen mucho para decir, dedican poco tiempo para contar. Con afán televisivo viene la retahíla comercial: refrescos,...