Por John Manuel Hinestroza M.
Universidad Eafit
Facultad de Contaduría Pública
jhinest2@eafit.edu.co
Hoy el mundo no es el mismo que cincuenta años atrás, la sencillez de nuestras gentes poco a poco ha de quedar en el recuerdo de un abismo que no ha de regresar.
¿Qué ha pasado con Antioquia, con mi tierra ancestral, con los valles, las praderas, con el agua manantial, las familias de arrieros que el campo han de labrar?
En las cumbres de mis tierras ya no se oye el sollozar y el grito del guerrero: “Oh querida libertad”. Pues a un lado ha quedado el madero quebrantado y la cruz del desterrado, el metal ya se ha implantado como el sueño anhelado.
El tiempo es cabal en revelar la realidad, las culturas se aplanan y a esto nos quieren llevar, a ignorar...