El próximo martes se cumplen veinte años del asesinato de Jesús María Valle Jaramillo, en su oficina de abogado situada en el viejo Edificio Colón del centro de la ciudad; con él partió un hombre humilde que, desde su cuna en el corregimiento La Granja de Ituango, llegó a Medellín a estudiar bachillerato en el Liceo Antioqueño y Derecho en la Universidad de Antioquia, donde brilló como dirigente estudiantil.
Como ser humano fue un hombre riguroso y muy respetuoso; nunca, ni siquiera en momentos difíciles, le escuché proferir expresiones infamantes. Fue una persona justa, buena, pacifista, solidaria y humanista, un amigo cálido y muy virtuoso.
Por su despacho desfilaron muchas personas humildes que buscaban ayuda y él las asistía casi sin cobrar...