Se han cumplido los primeros cien días desde la posesión del presidente de la República Iván Duque, y desde luego –pasado ese período, que es una especie de luna de miel- comienzan las evaluaciones, los análisis, las cifras de popularidad y la opinión de los distintos sectores acerca de la manera como viene gobernando. Todos los índices muestran una gran caída.
Quienes simpatizamos con las propuestas de la campaña y –sin pertenecer a su partido- votamos por el Dr. Duque, de cuya amabilidad, honestidad y buenas intenciones no dudamos, creemos que se le debe decir la verdad y que no se le presta un buen servicio mediante el incienso y el elogio. Es preferible que se percate de las falencias que se han apreciado en estos primeros meses acerca de...