Por ANNA SAUERBREYredaccion@elcolombiano.com.co
Cuatro ataques en una semana han dejado ansiosa a Alemania. El 18 de julio un refugiado adolescente atacó a pasajeros en un tren cerca a Würzburg con un hacha y un cuchillo. Tres días después, un hombre de 18 años le disparó y asesinó a nueve personas en Munich. Y dos días después de eso, un refugiado sirio asesinó a su novia y un compañero de trabajo en una tienda de pinchos en Reutlingen, unas horas antes de que otro refugiado sirio detonara una bomba en Ansbach, suicidándose e hiriendo a 15.
En términos de motivación, los ataques vinieron de todas las direcciones. Los atacantes de Würzburg y Ansbach profesaron su alianza con el grupo del Estado Islámico, mientras que el asesino de Munich dijo...