“Amar hasta que duela. Si duele es buena señal”. Esta es una de las frases célebres de la Madre Teresa de Calcuta, cuya canonización fue aprobada el pasado jueves por la Santa Sede. ¿Hasta que duela? ¿No será eso masoquismo?
Para la futura santa no lo era. Ella entendía el amor como el olvido de sí mismo, el pensar en la felicidad del otro y si es preciso, entregar la vida por esa causa. Los propios planes o la comodidad quedaban en el último lugar. Y dio este mensaje a un mundo donde reinan el egoísmo y la “cultura del descarte”.
Agnes Gonxha Bojaxhiu (su nombre de pila) pasó una infancia dura tras la repentina muerte de su padre. Esto nos hace ver cómo los santos no son seres que permanecen inmunes ante el dolor sino que se valen de este para...