Dice El Espectador que las cifras del paro, según el Gobierno Nacional, son las siguientes:” 5.569 actividades de manifestación entre el 28 de abril y el 10 de mayo, con una participación de más de 878.000 personas. Estas se dividen en 2.682 concentraciones, 1.215 marchas, 299 movilizaciones y 11 asambleas. 34 homicidios, 12 amenazas, dos actos de violencia sexual, 181 víctimas de lesiones personales y cinco víctimas de lesiones personales en circunstancias de agravación. Cuatro incendios, dos casos de perturbación en el servicio de transporte público, cuatro casos de obstrucción a vías públicas, seis casos de terrorismo, cuatro asonadas, seis víctimas de hurto a motos, dos casos de piratería terrestre, cuatro casos de hurto a entidades financieras, 143 casos de hurto a entidades comerciales, cinco casos de hurto a residencias y 105 personas víctimas de robo. 548 casos de personas reportadas como desaparecidas durante las manifestaciones, 227 fueron localizadas, 153 solicitudes de búsqueda infundadas y 168 casos siguen activos. 65 investigaciones disciplinarias abiertas por la Policía contra uniformados, 10 por la Procuraduría y 21 en la Justicia Penal Militar.”
Dice la cuenta de Twitter de La Procuraduría General de la Nación “a través de las 32 regionales, 50 provinciales y dos distritales, documentó más de 30 procesos disciplinarios por presunta violación de los derechos humanos durante las jornadas de protesta en el país.” Añade el titular de la revista Semana: “Procuraduría abrió 18 investigaciones por abuso policial durante el paro nacional”.
El 12 de mayo trinan en la cuenta de Iván Duque: “Debemos rechazar la violencia y no caer en estigmatizaciones. Es igual de injusto señalar de vándalo o criminal a quien protesta pacíficamente, como lo es generalizar el comportamiento de los miembros de la Fuerza Pública. Eso no procede”.
Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el pasado año 2020, 42,5 % de la población estuvo en condición de pobreza. 21 millones de personas.
Según la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) en nuestras áreas rurales 8 de cada 10 personas trabajan de manera informal.
“De cada 100 colombianos solo 22 tienen algún tipo de educación universitaria” (Encuesta Mundial de Valores 2020). Según el doctor Moisés Wasserman, de cada 100 bachilleres colombianos solo 38 ingresan a la educación superior y de estos solo la mitad se gradúa. En el campo la situación es más dramática, pues solo 1 de cada 5 jóvenes pasa a la universidad.
Según un estudio realizado por Comfama (Análisis programa Camino a mi Casa): “29 años tarda una familia con un ingreso mínimo para ahorrar la cuota inicial de una vivienda propia”. Dice el Anuario estadístico de Antioquia del año 2018 que “solo la mitad de los hogares antioqueños tiene acceso a internet”. Continúa: “solo 3 de cada 10 hogares fuera de las cabeceras municipales tiene acceso al agua potable”.
Dolorosas y estremecedoras, estas son apenas algunas cifras de nuestra sociedad indolente. Números que hablan de dolor y desigualdad. Anhelo vivir en un país con más oportunidades, más democracia y más lugares donde puedan encontrarse y discutirse las ideas, la palabra y los sentimientos sin estigmatizar o eliminar al otro y en el que por fin entendamos que las aspiraciones de equidad van más allá de ideologías