Diré algo sobre una palabra que se menciona poco pero que resuena. Benevolencia. No la he estudiado, así que ese algo es, por fuerza, ajeno y fragmentario.
De la etimología. En Occidente, el origen de la palabra es romano pero el del concepto es griego. Los griegos clásicos usaron eudokia, que significaba recibir bien lo que parece conveniente para uno. Aristóteles no vio mayor mérito en esa idea elemental y propuso que se debería dar un sentido de la eudokia por el cual la opinión conveniente se manifestara hacia el otro distinto a uno.
Los romanos alteran por completo esta acepción desde el vocablo mismo. Benevolencia es buena voluntad; mantener una actitud de buena voluntad hacia los demás. Según el filólogo y sacerdote español Manuel Guerra,...