Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA
Cuando estalló la Guerra de los Mil Días, a principios del siglo pasado, (1900) el Ejército Nacional, conformado por oficiales leales al gobierno de filiación conservadora, abrieron sus filas para engrosar las fuerzas militares y defender a la Patria de la revolución liberal, declarada por el general Rafael Uribe Uribe.
En Sopetrán había un señor muy apreciado por la gente que se llamaba Espiritusanto Arias. Con la noticia de la guerra civil, se perdió Espiritusanto y nadie lo volvió a ver.
Cierto día subía el padre Emigdio Palacio, párroco de Sopetrán, por la loma de Guayabal y se encontró en una casita humilde al viejo sentado en una banca del corredor.
--Hombre, Espiritusanto, ¿Qué estás haciendo por aquí? Todo el pueblo pregunta por vos.
--Mire padre, a Sopetrán llegó el general Rubén Gaviria nombrando tenientes y capitanes pa’l Ejército y a mí, por lo menos, me nombra coronel, y yo sin saber leer ni escribir, me encarto.
Nosotros estamos ahora en vísperas de elegir gobernador para Antioquia y alcaldes, diputados y concejales para el Departamento y sus municipios, pero no estamos buscando a Espiritusanto Arias, sino al verdadero Espíritu Santo para elegir a los mejores gobernantes para que con honestidad y sabiduría manejen los destinos de la región antioqueña y a nivel nacional harán lo mismo las demás regiones.
Aquí se complicaron las elecciones con la “moda” de las encuestas, pues cada partido o movimiento contrata una encuesta de preferencias y el que paga la encuesta gana el sondeo. Entonces empiezan las “comadres” con sus consejos de conveniencia: “es un peligro que gane Fulano, entonces hay que votar por Perano, para que unido a Mengano, haga perder a Fulano”.
Si mi pariente el general Gaviria tuvo problemas para crecer el Ejército, cuando no era sino decir: “Firme aquí, teniente y reclame su uniforme y su fusil.....”. Y ese ejército conservador y patriota, con algunas modificaciones ganó todas las guerras civiles, ahora estamos en peligro de que las izquierdas comunistas internacionales se nos estén metiendo con sus ideologías, en los partidos políticos como se metieron en las universidades, en los colegios, en las cortes y tribunales.
Entre los aspirantes a gobernación hay quienes vendieron empresas oficiales como UNE, trataron de vender la FLA, suspendieron el túnel de Oriente tres años, seguidores de quienes inauguraron bibliotecas de miles de millones hoy caídas y parques educativos, hoy fuera de servicio. Hay otro amigo de Gustavo Petro.
Analizando y leyendo las propuestas yo me inclino a votar por Juan Camilo Restrepo Gómez para gobernador de Antioquia y por Alfredo Ramos Maya para alcalde de Medellín. Me da pena con mis lectores hacer recomendaciones políticas, pero muchos me lo han solicitado y no es la primera vez.
Ñapa: La ciudad de Bello, está pasando por circunstancias muy difíciles. Hay un candidato joven y preparado, con muchas ganas de acertar. Lleva un buen equipo de asesores que le ayudarán a conducir la tierra de Marco Fidel Suárez. Ese candidato a alcalde es Hugo Builes, el nieto de don Chilo.