Terminar un conflicto armado de manera concertada es una tarea compleja. Allí se concentran por momentos todas las tensiones y ansiedades que se han vivido a lo largo del proceso de conversaciones; por ello es fundamental mantener la cabeza fría, no solo los equipos negociadores, sino los amigos del proceso y los medios de comunicación. No son momentos para ultimátum ni para escuchar a consejeros fatalistas que tienden a actuar como unos fanáticos. Los adversarios los tiene sin cuidado, porque más bien es un momento en el cual pueden tener más ‘munición’ para atacarlo y eventualmente hacerlo naufragar.
Todos sabemos que un proceso de conversaciones para terminar un conflicto armado interno tiene una finalidad fundamental, que está relacionada...