Las consecuencias económicas del calentamiento global cada vez se entienden mejor, sin embargo, hay una en especial que apenas se está empezando a incorporar en la agenda de investigación. Se trata del riesgo asociado al cambio climático y sus consecuencias sobre la estabilidad del sistema financiero, en especial del sector bancario y las aseguradoras.
Los bancos centrales y los supervisores están trabajando en la materia. Por iniciativa de los bancos centrales de Francia y de Inglaterra, en la red de bancos centrales y supervisores, de la cual hace parte la superintendencia colombiana, se produjo un documento con análisis y sugerencias (A call for action – Climate change as a source of financial risk).
Hay que entender que muchos bancos centrales tienen, al tiempo con su mandato de estabilidad de precios el de estabilidad financiera, y se guían para conciliar esos dos temas con el principio de la separación de políticas: la monetaria centrada en combatir la inflación y la macro prudencial en la estabilidad financiera. La justificación del nuevo accionar de los bancos centrales y de las supervisoras son los riesgos financieros provocados por el riesgo climático.
El cambio climático, como lo estamos viviendo, provoca desastres naturales cada vez más frecuentes. Eventos como sequías, tormentas e inundaciones ocasionados por el efecto del hombre sobre el clima, se suceden en las noticias de los medios de comunicación. Esos sucesos se definen como riesgos físicos que por su capacidad destructora afectan a la economía y perjudican proyectos productivos o de obras públicas financiados por los bancos.
De otro lado, ante la persistencia de los fenómenos, las personas y empresas van a tomar seguros para proteger sus bienes, con lo cual aumenta el riesgo financiero para las aseguradoras. Un recurso que, por cierto, no está disponible para todos los afectados. También existe un riesgo llamado de transición, que toca a los perjudicados por la política pública, en la medida en que esta se inclinará por un modelo con menos producción de carbono.
El documento propone que los bancos centrales y los supervisores mejoren sus métodos y prácticas para identificar la exposición del sector financiero a los riesgos climáticos y diseñen pruebas prospectivas de resistencia de las instituciones financieras ante los choques producidos por el clima. También propone a las autoridades económicas que propicien las condiciones para financiar la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono.
Hay opiniones más avezadas en esta temática. Para el presidente de la Banque de France el riesgo climático debe incorporarse directamente en las decisiones de política monetaria, al lado de las tareas en la estabilidad financiera. El efecto sobre la estabilidad de precios va a ser cada vez mayor, por la vía de las alteraciones frecuentes en la producción de alimentos y la generación de energía eléctrica. En su propuesta cita a Einstein: “El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. El no puede ser modificado sin cambiar nuestra manera de pensar.”. Yo comparto.