En alguna columna me refería a la forma en que algunos políticos ejercen el poder destruyendo los programas y proyectos de su antecesor. Puse como ejemplo lo que sucede en la actual administración de Antioquia, que está haciendo eso con muchos programas exitosos del anterior mandato.
Creo necesario ampliar el asunto y lo voy a hacer haciendo referencia a una experiencia personal. En el año 2004, el entonces alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, me nombró director del programa “Banco de los Pobres”. Era un proyecto que venía de la administración anterior, de Luis Pérez, que en su momento lo creó, como él mismo dijo, inspirado en la experiencia de Muhammad Yunus con el Grameen Bank.
No me voy a referir a los estropicios que encontramos. Sin embargo...