Por ATOSSA ARAXIA ABRAHAMIANredaccion@elcolombiano.com.co
El carro bomba que mató a la periodista investigativa Daphne Caruana Galizia el lunes no estalló en Honduras, Afganistán ni cualquier otro país donde uno tal vez esperaría oír sobre violencia brutal contra reporteros. El artefacto estalló temprano en la tarde cerca de su casa en la diminuta nación europea de Malta donde, durante la mayor parte de la última década, la mujer de 53 años había responsabilizado a algunas de las personas más poderosas del país por corrupción, negocios financieros extraterritoriales y abuso de poder.
Aún no es claro quién está detrás de su muerte, la cual políticos malteses de todos los partidos ampliamente denunciaron como asesinato. También es desconcertante...