Para la celebración de los días del Patrimonio Europeo, el 15 y el 16 de septiembre, los monumentos nacionales de los países que conforman la Unión Europea abrieron sus puertas de forma gratuita a todos sus ciudadanos.
En París, la ciudad contribuyó al ambiente de celebración declarando el domingo 16 día sin carro. El resultado fue una ciudad con calles inundadas de peatones encantados de poder visitar todos sus monumentos, sin costo alguno. Cierto, hubo largas filas para entrar a todo, pero la alegría general y la organización y respeto en todas partes hizo que el tiempo pasara volando.
En la mañana seleccionamos visitar La Sainte Chapelle, en la isla de la ciudad, pues hacía un fuerte sol que iluminaba fantásticamente sus monumentales vitrales...