Se sabe del valor didáctico del álbum de láminas –de caramelos, le decimos los mayores–, aunque no suficientemente aprovechado. En el país tenemos a la mano álbumes legendarios de historia natural, geografía e historia (este era bellísimo) de Colombia, todos lanzados en los años sesenta. Durante su gestión como gobernador, Sergio Fajardo promovió uno sobre los municipios de Antioquia. Pero, ¿qué valor puede tener un álbum de fútbol?
Puede suponerse que estoy haciendo una transferencia freudiana entre el amor al fútbol y algunas de mis pequeñas habilidades memorísticas respecto a nombres, fisiognomía, idiomas, banderas, países, y datos adjuntos provistos por el –en otros tiempos– indispensable Almanaque Mundial. Pero se trata de simples dispositivos...