Los resultados electorales inundan la agenda informativa. Procesamos las noticias con la razón y los sentimientos: algunos experimentan desconcierto, otros festejan.
Lo que viene será un duelo, en todos los sentidos. Habrá pérdida, negación, enfado y, eventualmente, aceptación y adaptación. También se abre un desafío y un combate entre dos. Nunca me ha quedado claro si los duelos los ganan los más ágiles o los que hacen trampa, disparando antes de tiempo. De cualquier forma, eso de disparar no me cuadra; no obstante, sé que lo que se viene estará lleno de ráfagas y descargas.
Ahora empiezan los nuevos cálculos para ser el elegido. Ojalá fueran cálculos llenos de razones y de ejercicios limpios de persuasión. Pero serán cálculos inmundos de cómo...