Amable lector. Una orquesta es un conjunto de músicos que tocan diferentes instrumentos musicales. Un violín es distinto de un piano y este de una guitarra, sin embargo, gracias a la armonía de sonidos resultan gratos al oído. Escuchar La Serenata, de Schubert, El Concierto de Aranjuez, La Vida Breve y muchas otras piezas, es uno de los mayores placeres que experimentan los humanos. Toda orquesta requiere de un gran director que conserve la cadencia de sonidos.
Un gobernante: presidente, gobernador o alcalde es similar a un director de orquesta, con la diferencia que mientras los músicos buscan mantener el ritmo, los ministros, secretarios y demás funcionarios cada uno pretende ir por su lado. Colombia atraviesa un momento difícil, el director demuestra inexperiencia y quienes lo acompañan, unos desentonan y otros no emiten ningún sonido.
Mientras los dirigentes del sector privado permanecen mudos o ya no existen, en cambio, los medios de comunicación y las redes sociales, unos más que otros, avivan el descontento, facilitando así el camino de los violentos, que permanecen siempre atentos para destruir lo que tardó años en construirse, en buena parte para bien de los más desprotegidos.
Durante las últimas décadas el país muestra avances significativos en alimentación, salud, educación y servicios públicos. No obstante, la gente demanda un mayor bienestar de vida. La oportunidad de trabajo en la actualidad muestra que hay más de 2.500.000 personas sin empleo.
A la pesada carga que debe soportar el Gobierno Nacional se suman el negocio de la coca, la protección a los de las Farc que abandonaron las armas, los que regresaron de nuevo a esta, los grupos indígenas, los menores de edad que sirven de escudos humanos a los narcoguerrilleros y más de 1.000.000 de desplazados Venezolanos.
El negocio de la coca se lucra gracias a que el glifosato es probable que pueda dar cáncer y de otra porque no será posible disparar sabiendo que al frente de cada grupo traficante puede haber uno o más menores de edad. El negocio de la droga corrompió los estamentos de la sociedad incluyendo a los miembros de las ramas de Estado. Hoy no existe ningún otro negocio tan protegido como este.
Las fuerzas armadas se parecen a una paloma mensajera que le recortaron las alas. Conmueve verla cuando intenta volar y no puede. El exceso de la miel estatal que recibió un buen número de congresistas en el gobierno anterior creó en ellos una adicción que ahora que les falta, perdieron el juicio. En adelante lucharán por conseguirla de nuevo sin importar el daño que causen a los demás, en particular a los más pobres.
El paro nacional del 21 de noviembre demostró que los vándalos y encapuchados superan las fuerzas del orden público. Muchas personas no saben si sentir tristeza, vergüenza o miedo.