Después de visitar la feria Agrofuturo en Medellín salí llena de optimismo sobre el futuro de Colombia. Gente trabajadora, con fe en el país, invirtiendo en diferentes campos de la agricultura y la ganadería, que aplica tecnología en todos los campos de nuestra rica tierra. Empresas y gente individual interesada en producir alimentos y flores. Zonas como Urabá, Boyacá, etc. Compitiendo libremente por el progreso. Además, las grandes empresas nacionales creciendo a lo largo y ancho del país.
Pero más tarde, al leer y analizar toda la aceptación, simpatía o miedo que tiene este Gobierno por la Farc, volví al pesimismo que me había propuesto olvidar. Al parecer, Santos y sus delegados en Cuba ceden y ceden ante las exigencias guerrilleras,...