En el transcurso de los últimos seis años, la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos ha recibido dos fuertes golpes desde adentro; el primero, del soldado de primera clase Bradley Manning del Ejército (ahora Chelsea Manning) y el segundo, del contratista de la Agencia de Seguridad Nacional, Edward J. Snowden, ambos filtraron miles de documentos clasificados. La noticia este mes de que otro empleado por contrato de la N.S.A., Harold Martin III, removió un gran volumen de información clasificada de la agencia, lo que muestra que el gobierno aún está haciendo esfuerzo por mantener a salvo sus secretos.
Estas brechas de seguridad pueden haber tomado al gobierno por sorpresa, pero oficiales de inteligencia no tienen disculpa para quedar...