El éxito, como la felicidad, es algo que todos anhelamos. Triunfar es una experiencia gratificante y es natural que nos agraden los reconocimientos, la admiración y el sentimiento de superioridad que conlleva el éxito.
Pero si se persigue el éxito, ante todo por el gusto de sobresalir, este puede tener un costo muy alto. Cuenta una historia que alguna vez dos barcos cargueros se encontraron en su travesía y sus capitanes decidieron apostar a ver cuál llegaría primero al puerto de destino. Uno de ellos, cuyo barco de vapor se dedicaba a cargar madera, decidió aligerar su peso y acelerar su marcha utilizando la carga como combustible. Y así ganó la carrera. Pero el precio de su triunfo fue el sacrificio de aquello para lo cual navegaba.
Hay una...