De acuerdo con la Encuesta Mundial de Valores, en 2014 solo el 3,6 % de los colombianos eran miembros activos de un partido político, mientras que el 84,6 % confiaba poco o nada en estas organizaciones. De hecho, no sorprende la poca relevancia que los partidos políticos colombianos tienen en la vida diaria de nuestra sociedad y el escepticismo que despiertan en las personas como representantes –teóricamente- de la democracia nacional.
En las regiones el panorama no es diferente. Para las elecciones locales de este año, las dinámicas de partido han estado determinadas por los escándalos, las traiciones, los cambios abruptos en las reglas de juego y el creciente número de políticos y movimientos que prefieren ir por firmas, desde la independencia,...