El Gobierno Nacional anunció en 2013 su compromiso –establecido en un plan de alcance nacional- para intervenir las “ollas de vicio” de todo el país y acabar con la reproducción de los lugares de expendio de drogas en las ciudades colombianas. La estrategia, que incluía, entre otras cosas, la captura de expendedores, la incautación de dosis e incluso la destrucción “física” de las casas de vicio en algunos casos, parece estarse quedando corta en sus resultados e incluso, ha generado nuevos problemas (o agravado algunos viejos) en las ciudades y pueblos donde la Policía y las administraciones municipales –azuzadas por la orden presidencial- continúan aplicándola.
En Medellín, el centro de la ciudad –particularmente el sector de Barbacoas- han...