Relacionando a Fernando González con los árboles, como lo hicimos el miércoles pasado en la biblioteca del Centro Cultural Otraparte, recordé después un texto que escribí hace ya años y del que me atrevo a trascribir apartes en esta víspera de un nuevo aniversario de la muerte del maestro, acaecida el 16 de febrero de 1964.
Está (¿está todavía?), a la entrada de Otraparte, según se llega a Envigado viniendo de Medellín. Es un hermoso guayacán que revienta como un resplandor amarillo en el vértice...