Por XIAORONG LIredaccion@elcolombiano.com.co
La última vez que hablé con Liu Xiaobo fue desde mi hogar en Maryland el día antes de que la policía lo detuviera en Beijing en diciembre del 2008. Él quería discutir el uso de unas palabras en la última revisión del Chárter, 08, un manifiesto de reforma constitucional. Él estaba orgulloso porque había recolectado una firma más de un reformista quien había sido expulsado del gobierno apareciéndose a las 5 de la mañana en un parque de Beijing, donde el anciano practicaba tai chi.
Me preocupé por los riesgos para él y sus amigos y sugerí retrasar la publicación del documento. “¿Cuál es la preocupación? Lo peor para mí es volver a la cárcel. Pero vale la pena: han pasado casi 20 años desde Tiananmen,...