Necesitamos enemigos. La pirotecnia constante en que se ha convertido la política debe alimentarse de Némesis a las que combatir de cuando en cuando. Como en los cómics de superhéroes, se trata de pequeñas batallas que nos permiten lavar nuestras conciencias y salvar al mundo durante 24 horas aunque un día después el antihéroe siga vivito y coleando. Ayer mismo vivimos uno de estos asaltos globales. En este caso, los vehículos de motor fueron la hidra a descabezar, la kriptonita capaz de acabar con todos nosotros.
En el Valle de Aburrá se celebra el día sin carro y moto. Pero con muchas excepciones. Hoy, todos ustedes ya pueden disfrutar de los maravillosos atascos kilométricos que nos regalan nuestras autoridades, incapaces de regular algo...