Donald Trump llegó a la mitad de su mandato y el desastre aumenta. Podríamos decir que, incluso, empeora. Justo cuando su desordenado y caótico gobierno se acerca a los dos años, su secretario de Defensa, Jim Mattis, decidió dar un portazo sonoro y explicar la imposibilidad de trabajar con un malcriado. En una carta pública el militar de 68 años argumentó que el multimillonario necesita (o quiere) a alguien más alineado con sus posturas. En otras palabras, alguien que acepte órdenes y no refute. Y él, con una carrera consolidada desde el disenso, no está para ese juego.
Lo que acabó con la relación entre ambos, ya resquebrajada por la irresponsabilidad militar y geopolítica de Trump, fue la determinación del presidente de sacar las tropas en...