Tres lectores empedernidos, Darío Ruiz, Memo Ánjel y yo, redactamos en septiembre de 2002 el Pacto por el Libro que ilumina y lo presentamos en el Café Literario de El Colombiano y en la Feria del Libro de Medellín. El miércoles último relanzamos el manifiesto en la Universidad Pontificia Bolivariana, en sesión del Coloquio de los Libros y en plena celebración de las jornadas anuales del español.
¿Por qué hablamos del libro que ilumina? Porque la lectura debe ser de libre elección, sin condicionamientos que impliquen censura, pero selectiva. Hay tanta bazofia en toda clase de estanterías y hasta en muchos semáforos, que no tiene sentido leer todo lo que se atraviese. Por eso es discutible el lema de la bien intencionada campaña de la Biblioteca...