Pico y Placa Medellín
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Para mí, el pico y placa es un absurdo, es una muestra de incapacidad al no poder controlar el tráfico, es una discriminación, es algo que se le ocurrió a alguien en Bogotá hace unos años y nosotros lo copiamos.
Por Juan Gómez Martínez - opinion@elcolombiano.com.co
Otra vez se discute sobre el pico y placa. Si se amplía, si se cambian los días y los números, si se les da el beneficio de no ponerlo a algunos vehículos, en fin, todos los argumentos y variables que se puedan ocurrir.
Para mí, el pico y placa es un absurdo, es una muestra de incapacidad al no poder controlar el tráfico, es una discriminación, es algo que se le ocurrió a alguien en Bogotá hace unos años y nosotros lo copiamos. Es otra muestra de mentes subdesarrolladas.
No sé de otras ciudades en el mundo que restrinjan la libre circulación. Hay ciudades con mucha más cantidad de vehículos por mil habitantes y no hay ninguna restricción para la circulación. Los conductores saben a que horas hay congestiones, en donde las hay, cuantas horas o minutos se demoran a determinada hora para ir de un lugar a otro. Yo diría que todos los conductores tienen celulares que les indican el mejor camino para desplazarse. Pero aquí inventamos el pico y placa y hay que aplicarlo.
Eso es consecuencia de la falta de autoridad, de la falta de presencia de los guardas de tránsito en las vías para controlar el tráfico.
Se necesita un buen secretario de movilidad para evitar esa restricción, uno que organice las vías, que lo haga de acuerdo con las necesidades, que, si es muy complicado, alterne las calles en una sola dirección, que en las vías haya un solo costado para estacionar, que se vuelva a los horarios para cargue y descargue. Que en las arterias no se pueda estacionar.
Lo que más me preocupa es que, para aplicar estas medidas, se necesita un buen conocimiento de la ciudad y el alcalde y sus secretarios, poco o nada conocen de Medellín. Ese fue el gran error de quienes votaron por un extraño nacido en Medellín, pero que ni la quiere, ni la respeta, ni la conoce.
Se acercan las elecciones regionales, tenemos que votar por el mejor, por el más conocedor de Medellín, por el más experimentado en el manejo de la cosa pública, por el que nos garantice la pulcritud y la honestidad, por el que no llegue al cargo a trabajar para enriquecer a parientes y amigos. La responsabilidad de nosotros, los ciudadanos, es mucha y no podemos caer otra vez en el error de hace cuatro años.
Creo que la ciudadanía votante, tiene la suficiente capacidad y amor por Medellín para votar por el mejor, así no sea por el candidato de su partido. Ante la amenaza de un alcalde amigo del actual, con las mismas mañas, con las mismas ambiciones, con los mismos amigos, hay que hacer cualquier sacrificio para reorientar la política de Medellín y retomar el rumbo que llevaba el distrito que era ejemplo de buen manejo y de honestidad.
No podemos caer nuevamente en la mediocridad y las dudas sobre la honestidad de nuestro mandatario.