La democracia siempre ha tenido peligros. Hoy este es el populismo, pero en otras épocas, también convulsionadas, lo fueron el despotismo y la tiranía. Cuando un gobernante tiene un poder absoluto, como sucedió con Napoleón o Stalin, este elimina el espacio público para convertirlo en su espacio privado. En la filosofía política se ha considerado que este es uno de los mayores males que puede tener una sociedad, porque se suprime el ámbito de la deliberación democrática y se anula la posibilidad de que los ciudadanos puedan aprender la importancia del interés por lo público.
Otra grave amenaza para la democracia es la corrupción. Según Tocqueville, un gobierno que promueva la corrupción de funcionarios y allegados del grupo dominante en el poder...