La nefasta izquierda latinoamericana que culpa, como siempre, de su defenestración en Argentina y Brasil y su derrumbe en Venezuela a un contrataque de la derecha y no a su descarado ladronismo y corrupción, en Colombia está radicalizando la ciudadanía entre la elementalidad del SI o del NO, empezando de esta manera un plan estratégico para la toma de poder aprovechando unas fuerzas de seguridad debilitadas, unas Cortes descompuestas y una mafia política vanidosa y venial.
En la tambaleante Venezuela, de la que ya se predica a nivel internacional una crisis humanitaria, con escasez, inflación galopante y violencia desbordada, su bienamado presidente marxista leninista anunció recientemente compra de armamento por 25 millones de dólares, a pesar...