Cuanto más leo y medito la confidencia de Jesús a Nicodemo, más me asombra. “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su propio Hijo, no para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (Jn 3,17). El amor es la identidad divina. Dios es amor, y por ser amor, sale de sí mismo a crear criaturas de amor. Todo cuanto existe es obra del amor divino.
El corazón, cuya función es amar, es una dimensión esencial del ser vivo, del hombre en especial. “Lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve bien con el corazón” (El Principito). “¿Qué importa que el entendimiento se adelante, si el corazón se queda?” (Baltasar Gracián). “El corazón tiene razones que la razón no comprende” (Pascal). “Amar a Dios con todo el corazón es el mayor y el primer mandamiento” (Mt 22, 37-38).
Orar es cultivar la relación de amor con Dios, que es el amor. Dios es puro Corazón, y lo único que sabe es amar. Quien ora, encuentra en el profeta Jeremías un orante digno de imitación. Su corazón vivía derretido de amor. “Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran el gozo y la alegría de mi corazón” (Jeremías 15,16). Las palabras de amor expresan la grandeza de corazón.
¿Cuánto me amo para lo que puedo y debo amarme? ¿Cuánto amo a Dios para lo que puedo y debo amarlo? ¿Cuánto amo a los demás para lo que puedo y debo amarlos? ¿Cuánto amo el mundo en que vivo para lo que puedo y debo amarlo? ¿Sé que amor es unidad de dos y que amar es una decisión? La sinceridad en mis respuestas me iluminará y fortalecerá.
Si yo tomara en cuenta lo que dicen del amor, el amor llenaría mi vida de sentido. “El amor solo tiene una palabra, que aun diciéndola siempre no se repite jamás” (San Bernardo). “Ama y haz lo que quieras” (San Agustín). “Dios no se sirve de otra cosa sino de amor [...] Donde no hay amor, ponga amor y sacará amor” (S. Juan de la Cruz). “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13,1). “Nadie ama tanto como aquel que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13).
Como ser humano del siglo XXI, el amor es la novedad que tengo por descubrir y la lección que tengo por aprender. Amar como el Corazón de Jesús me ama. Hago de la pandemia la oportunidad de que mi corazón palpite siempre de amor