Desde el tendido: Rojo sangre literal. El torero vestido en su traje ajustado y adornado por lentejuelas doradas que brillan con el sol de la tarde, acaba de insertar en la piel del toro la banderilla, esa estaca estilizada de hierro adornada por papel de colores. La sangre empieza a brotar y a correr por el pelo negro del animal. El protagonista de esa faena levanta los brazos para saludar a un público que lo aplaude para confirmarle su victoria. Algunos celebran bebiendo licor en las llamadas “botas” y la orquesta que está ese día entona una canción de feria mientras el toro se postra sobre la arena y de su hocico sale una baba espesa que anuncia la muerte. Era mi último año del colegio y acepté una invitación para ir a una corrida de toros....