Para comentar las lecturas de este domingo, quisiera recordar una expresión que escuchaba desde niño y creo que todavía tiene la misma fuerza y valor.
Se decía con énfasis: “DIOS TE VE”. Con el presupuesto de que Dios está en todas partes, se indicaba así una doble dinámica en la vida y conciencia de las personas. Por un lado, con sabor más negativo de amenaza, se insinuaba, que cualquier cosa mala que se hiciera, quizá otros no la verían; pero Dios sí, porque Él lo ve todo. Esto era una especie de “control por temor” de nuestra vida y conciencia. Pero, igualmente, todo nuestro proceder y nuestras intenciones, en favor de los demás, no quedaban ignorados, porque en última instancia Dios te ve, pues estando en todas partes, por supuesto está en...