Hace unos días nos sacudieron las noticias sobre las dificultades financieras del Hospital Universitario San Vicente de Paúl. Si bien no es la primera ni será la última entidad que sufre por falta de plata, saber que uno de nuestros grandes referentes en salud no tiene ni con qué pagar la cuenta de los servicios públicos, duele en el alma.
Más allá de las cifras, de los enredos del sistema, de la burocracia que todo lo ralentiza, del Fosyga, del Ministerio, de la crisis, de las reformas y de las EPS que no pagan, unas porque no tienen con qué y otras por la incurable corrupción, busqué voces que me hablaran sin el signo $ de intermediario. Y encontré tantas que me encarté para publicarlas todas. De modo que apliqué el tin, marín, de do pingüé......