Tradicionalmente, los territorios rurales han estado rezagados en el acceso a la energía eléctrica. Aún hoy en día hay vastas zonas del territorio nacional que no tienen acceso asegurado a la energía o este es muy restringido. Esta situación tiene serias implicaciones en la vida económica y social de las personas y las comunidades.
La falta de energía hace que, por ejemplo, los servicios de salud y de educación tengan dificultades y que no se puedan prestar ni desarrollar normalmente. Ello se agrava porque en la actualidad el acceso a las tecnologías de la información (TIC) es de gran importancia para la formación de los estudiantes y la adecuada atención médica de los enfermos.
Asimismo, las limitaciones en materia energética dificultan el desarrollo...