Por Marvin Santiago Ruiz C.Universidad Nacional de ColombiaFacultad de Historia, 5° semestre @ElMarvinista
No hace mucho uno de mis “frecuentes lectores” –como él mismo se autodenomina– me envió una carta en la que me agradecía por haberle exhortado, de manera indirecta, a poner por escrito sus convicciones. Personalmente considero que fallé como opinador: el tipo cree que tiene el derecho de opinar por escrito, ¿acaso para eso no estamos nosotros, para pre-tender que hablamos por el vulgo?
Sin embargo, y siendo este un país democrático, quise publicar su carta con el ele-vado, conspicuo y noble fin de que mis verdaderos seguidores y yo le demos tanto palo como sea legal, y que de ese modo no se meta en rancho ajeno, ¡carajo!:
“Querido Magdaleno...