<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Espirales ascendentes

Creo que lo más destacable de esta herramienta es el hecho de que ratifica nuestra capacidad para aprender como el principal talento que tenemos la responsabilidad de explotar a nuestro favor.

03 de junio de 2023
bookmark

Por Alejandro Noguera C. - alejandronoguerac@gmail.com

Benjamin Zander es el Director de la Orquesta Filarmónica de Boston, un conferencista muy reconocido y el autor de un libro renombrado en el ámbito del liderazgo: El arte de la posibilidad. El argumento principal de su libro, y el articulador de su filosofía personal, es que los seres humanos debemos vencer la tentación recurrente de vivir en un mundo gobernado por narrativas pesimistas, e insertarnos en un ambiente y en unas conversaciones “de posibilidad”, que nos saquen de lo que él denomina “espirales descendientes” y nos permita construir realidades dentro de “espirales ascendientes”

Las espirales descendientes, dice Zander, son modos de pensar que arrancan en una formulación optimista, pero que muy rápidamente se dejan llevar por un pesimismo que las contaminan: “Colombia debería vivir en paz, pero aquí no hay gente educada, todos somos incapaces de cumplir las normas, la corrupción nos tiene invadidos, etc, etc, etc.” Las espirales ascendentes, en cambio, arrancan por formulaciones optimistas y desafían la tentación de dejarlas caer: “todos los colombianos podemos utilizar nuestras capacidades para educarnos mejor, actuar más honestamente, cumplir con todas las normas y construir un país capaz de vivir en paz.”

Traigo a Zander a cuento porque desde la explosión reciente de las inteligencias artificiales (y especialmente de ChatGPT), la mayoría de narrativas que nos hemos acostumbrado a escuchar son descendientes (“La inteligencia artificial llegó para acabar con la educación”), que generan poca esperanza sobre la manera como evolucionará la sociedad y contaminan así nuestro modo de actuar.

En días recientes descubrí una charla del fundador de Khan Academy, en la que enseña la más reciente herramienta de tutoría de esa plataforma, que constituye el recurso que ellos han concebido para utilizar estas nuevas tecnologías con el propósito de revolucionar favorablemente la educación. La hipótesis sobre la cual se estructura es que, si a través de la IA es posible darle a cada estudiante y profesor una herramienta potente de tutoría, se puede atender la ilusión global de ofrecer educación de la más alta calidad a todos los seres humanos. Recomiendo a todos que vean la charla (aquí) y que saquen sus propias conclusiones.

Sé que existen otras herramientas equivalentes, y que tal vez esta no sea la más reciente. Si bien muchas características de Khanmigo me parecen verdaderamente revolucionarias, creo que lo más destacable es el hecho de que haya surgido menos de doce meses después del lanzamiento público de ChatGPT, ratificando nuestra capacidad para aprender como el principal talento que tenemos la responsabilidad de explotar a nuestro favor.

Al final de su presentación, en la que da cuenta de la oportunidad que representa la IA para elevar el potencial humano, Sal Khan afirma que lo más potente de la herramienta es que la construyeron sobre la premisa de “pensar, antes de responder”; y la segunda, que el verdadero reto que tenemos los seres humanos es del de “pelear como nunca” porque las miradas que les demos a los nuevos desarrollos partan siempre de supuestos optimistas. Estoy seguro que, si nos comprometiéramos con actuar siempre desde estas dos premisas, nos acompañaríamos todos en espirales ascendentes, y podríamos vivir en un país sustancialmente mejor.

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter