Por Armando Estrada Villa
aestradav@une.net.co
Estados Unidos, la cuna de la democracia, experimenta un franco declive en la calidad de su sistema democrático. El Índice de Democracia Global de The Economist, el informe Libertad en el Mundo de Freedom House y la Clasificación mundial de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras lo demuestran.
El Índice de Democracia de The Economist, elaborado cada año, tiene en cuenta cinco categorías para clasificar las democracias: proceso electoral y pluralismo, participación política, cultura política, libertades civiles y derechos humanos básicos y calidad del funcionamiento del gobierno. El Índice oscila entre 0 y 10, correspondiendo los valores más altos a las democracias plenas, los valores intermedios a las democracias imperfectas o débiles y los valores bajos a los regímenes híbridos y autoritarios.
En esta medición Estados Unidos se comportó así: 2015, 8.05 puntos, puesto 20 en el ranquin; en 2016, 7.98 puntos y puesto 20; en 2017, 7.98 puntos y puesto 21; 2018, 7.96 puntos y puesto 25 y 2019, 7.96 puntos y puesto 25 entre 167 países. Esto quiere decir que en este lapso bajó cinco puestos y que, en el año 2016, pasó de estar en el grupo de Estados con democracia plena o completa al de democracia débil o defectuosa, situándose por debajo del Reino Unido, Francia, Suiza, Chile, Uruguay, Costa Rica, entre otros.
Por su parte, Freedom House, ONG con sede en Washington y financiada en gran proporción por el gobierno norteamericano, produce anualmente un índice, que fluctúa entre 1 y 100, donde a mayor puntaje mejor democracia. Este índice compara en todos los países del mundo estándares de derechos políticos que incluye proceso electoral, pluralismo, participación política y funcionamiento del gobierno, y libertades civiles que toma en cuenta libertad de expresión y religiosa, derechos asociativos y organizativos, imperio de la ley, autonomía personal y derechos individuales, para clasificar los Estados como libres, parcialmente libres y no libres.
La calificación de Estados Unidos como Estado libre ha sido la siguiente: 2015, 92; 2016, 90; 2017, 89; 2018, 86; 2019, 86; 2020, 86, entre 195 países. Estos datos muestran que rebajó 6 puntos, ubicándose por debajo de Alemania, Francia, Canadá, Chile, Uruguay, entre otros.
Por su lado, la ONG Reporteros sin Fronteras, con sede en París, presenta todos los años la Clasificación mundial de la libertad de prensa con base en los siguientes criterios: el pluralismo, la independencia de los medios de comunicación, la calidad del marco legal y la seguridad de los periodistas.
La calificación se mueve entre 1 y 100 y a menor puntaje mayor la libertad de que disponen los medios de comunicación. Estados Unidos se comportó así: 2016, 22.49 puntos y puesto 41 en el ranquin; 2020, 23.85 puntos y puesto 45. De esta forma, en el periodo 2016-2020 bajó cuatro puestos, pasando en 2016 del lugar 41 al 45 en 2020, entre los 180 países que fueron evaluados, colocándose por debajo de Alemania, Francia, España, Canadá, entre otros.
Es claro que el debilitamiento de la democracia en Estados Unidos no empezó con Trump, pero su discurso intolerante y sus acciones agresivas han minado la confianza en unas elecciones libres y justas y en el Estado de derecho. Y queda por ver si respeta el principio de abandono pacífico del poder como corresponde al que pierde las elecciones.
