En la conversión de Ignacio de Loyola, la figura de Francisco de Asís resultó ser interpelante: “si él lo hizo, yo lo he de hacer”. Al ser elegido Papa, el jesuita Jorge Bergoglio encuentra en Francisco, el santo de Asís, la inspiración para su ministerio eclesial. El “poverello” ha suscitado siempre una irresistible atracción, pues dejando las comodidades palaciegas y a costa de la incomprensión de los suyos, predicó con el testimonio contundente de su vida austera.
El proceder del Papa Francisco en Roma no es una estrategia de coyuntura para mejorar ratin. Quienes lo conocimos antes de llegar a donde ha llegado, sabemos que ese ha sido su estilo: pobre de solemnidad, con muy pocas cosas en su haber, caminando con sus viejos zapatos (esos que...