Las conversaciones y discusiones sobre el posconflicto en Colombia suelen llevar inevitablemente al lugar común de cuestionar el gasto que el país ha hecho -y hace- en defensa y seguridad. Las infografías con las comparaciones del tipo “cuántos pupitres se pueden comprar con lo que vale un tanque” abundan en las redes y casi se ha convertido en la bandera de muchos políticos y líderes de opinión para señalar los excedentes en recursos que el final del conflicto armado traería al Estado colombiano.
Pero antes de seguir haciendo cuentas alegres valdría la pena preguntarnos cuánto gasta el país en su defensa y si esto es, en efecto, demasiado.
En 2014, Colombia destinó el 3,4 % de su PIB al gasto en defensa, de acuerdo con cifras del Stockholm International...