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A finales de año se hacen vaticinios económicos sobre lo que sería el año siguiente. Tanto centros académicos como gremios y columnistas especializados, practican ese entretenido ejercicio de profetas, a veces como casandras para prever infortunios, o como videntes para vislumbrar aciertos.
Los gremios, cruzando un año como el 2020 que fue de muertes por pandemia, corrupción y violencia –a pesar de los valerosos esfuerzos del presidente Duque–, se muestran más optimistas frente al 2021, en el que seguramente persistirá la peste con la aplicación de una vacuna aun con inciertos efectos positivos. Apuestan en la ruleta de las cifras. Se juegan restos en la fiesta, llena de factores adversos, exógenos y endógenos, que la amenazan.
La Andi es la más optimista. Calcula que la economía colombiana crecerá el año entrante entre un 5 y un 6 %, después de haber caído un 8 % este año que culmina. Fenalco anticipa que el PIB podrá estar entre el 3.5 y el 4 %. Menos optimista los comerciantes que los industriales. Camacol se acerca más a la Andi el estimar un repunte económico del 5 %. Los ladrillos, el cemento y el hierro reinician su apogeo. La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) no se compromete con cifras sino en conceptos. Pide más vías terciarias para sacar al mercado alimentos que se pierden por falta de transporte. La Asobancaria habla de un incremento del 4.3 % del PIB, y Acopi espera que este crezca en un 4 %. Todos hacen una calistenia mental y profesional interesante, que en síntesis evidencia lo que podría ser una recuperación en una economía abrumada por tantos compromisos para enfrentar al enemigo invisible del coronavirus.
Los directores de reconocidas asociaciones académicas también hacen sus apuestas. Para no pisarse la manguera, fueron cautos y cercanos en las cifras que calcularon como crecimiento del 2021. Fedesarrollo espera que la economía crezca el año entrante en un 4.4 %, mientras Anif dice que estará en el 4.2 %. Ambas asociaciones coinciden al formular recomendaciones al gobierno, de adoptar una reforma tributaria que “generalice el Iva, revise exenciones y beneficios y expida un estatuto tributario nuevo y claro”.
En cuanto a las entidades financieras, los cálculos más optimistas son los del Banco de Colombia. Tasan el crecimiento del país en un 5.5 %, porcentaje que comparte Corficolombiana al aforarla en un 5.3 %. Es la Skandia la que de todo el grupo de analistas de la economía colombiana, prevé el menor crecimiento, al considerar que este estará por los lados del 3.7 %.
Es bien interesante este mosaico de posibilidades y de estimaciones, no tanto por las coincidencias y las diferencias entre unos y otros, sino porque todos ponen a crecer la economía colombiana tan resentida por los efectos nocivos de la pandemia. Sueño con tanto optimismo que ojalá se haga realidad.
PD: A todos los lectores, gracias. Ojalá que este 2021 no sea tan cruel y dramático como lo fue el año que mañana al fin termina
