En 2016, cuando ganó el voto inglés para salir de la Unión Europea (UE), hubo una explosión de indignación de pretenciosos politólogos, europeístas de varios continentes y medios de comunicación a quienes les parecía inconcebible que alguien abandonase el más avanzado proceso de integración de la historia reciente. Dijeron que los brexiters debieron haber estado alucinados o desinformados o con mentiras para renunciar al proyecto europeo. Incluso pidieron que se repitiera el referendo porque si la...