El soldado es un ciudadano en uniforme, independiente del rango o categoría que ostente. Como tal, nada de lo que pase en el país le puede ser extraño o indiferente. Su interés y su compromiso están adheridos al bien de la sociedad a la cual pertenece y sirve. En tal estado se genera una simbiosis que obliga al militar y a la institución castrense a marchar sincrónicamente con la Nación. Desde tal perspectiva, es necesario percibir a la institución militar como actor de primer orden, con capacidad y obligación de apoyar las fuerzas transformadoras, dentro de una realidad mundial y una coyuntura nacional.
Sabemos que las amenazas son dinámicas y, por ende, mutan permanentemente. La defensa, la protección de la soberanía y de los intereses de...