Por Juan Daniel Zuluaga Z.
Un grupo de intelectuales se manifestó en Estados Unidos con un documento en el que denuncian que la libertad de expresión se está estrechando cada vez más y de inmediato les dieron la razón, pues los empezaron a atacar acusándolos de prepotentes y privilegiados. Pero no es solo en Estados Unidos y Europa donde cada vez hay más problemas para opinar libremente. La semana pasada aquí hubo una muestra más, cuando Juan Carlos Pinzón, nada más ni nada menos que exministro de Defensa y exembajador en EE.UU. de Juan Manuel Santos, hizo críticas a unos miembros de la Comisión de la Verdad y ¡quién dijo miedo!, se le vino el mundo encima. Es como si quisieran imponer que no se pueda criticar ni a la Comisión de la Verdad ni a sus integrantes, ni a la Jurisdicción Especial de Paz ni a sus jueces, ni a las Farc y sus dirigentes impunes, ni a los acuerdos de Santos con esa guerrilla. Quien lo haga se someterá a paliza en medios y redes. Y quien se atreva a recordar un trino de una comisionada de la Verdad donde decía que “comparte los principios de las Farc”, será linchado moralmente.