En esta semana, un juez en Neiva dejó en libertad a los responsables de intentar incendiar una iglesia cristiana. Habían sido atrapados en flagrancia y obraban videos donde queda probada su participación en los hechos. Un par de días después, una juez liberó a unos detenidos en Armenia aunque entre otras pruebas había grabaciones de la Fiscalía en las que los detenidos planeaban atacar un peaje y la casa del gobernador del Quindío. El viernes, un juez envió a domiciliaria en Cali a dos de los cuatro acusados del asesinato de un patrullero de la Policía al que atacaron con armas blancas y de fuego y después arrojaron al río Cauca. En los tres casos, los detenidos hacían parte de la mal denominada “primera línea”. No son los únicos en los que...